miércoles, 18 de noviembre de 2009

Qué es la Terapia Visual

Muchas veces he comentado en este blog y en mi otro blog “Explorando el mundo de la visión” un tratamiento que hacemos algunos optometristas especializados llamado TERAPIA VISUAL, pues creo que ya es hora de que os hable más detenidamente de él, ya que muchos seguramente, no sabréis en qué consiste, qué se consigue, para qué sirve, para quiénes va dirigido o INCLUSO QUE ESTE TRATAMIENTO EXISTE.

Normalmente no tenemos tiempo de hacernos revisiones médicas anuales. Si con suerte la empresa en la que trabajamos ofrece este servicio cada año, ¡ya es suficiente!
Desgraciadamente mucha gente prefiere no ir al médico porque piensan que si van, les van a sacar algo seguro, y si ellos no tienen molestias, ¿para qué ir?
El caso de la visión es similar e incluso peor, para lo importante que es. ¿Cuántos de vosotros hacéis revisiones anuales al oftalmólogo o al optometrista?... O mejor ¿Cuántos de vosotros habéis ido alguna vez a un oftalmólogo o a un optometrista?

La relación de la visión con nuestras actividades diarias es impresionante (tanto en un niño como en un adulto), y las implicaciones de nuestra visión con el resto de nuestro cuerpo también lo son. Por tanto, cuando una persona tiene un problema de cuello puede estar causada por un problema de visión, que le hace tomar posturas forzadas de la cabeza para ver mejor; pero vamos al osteópata o vamos al fisioterapeuta a tratar las molestias del cuello creadas, pero no buscamos la base del problema para tratarlo desde ahí y eliminarlo. Por tanto, las molestias vuelven a surgir.

Si por fin, pensamos que quizás hay un problema visual, y acudimos a un profesional de la visión, muchas veces nos recomiendan unas gafas o unas lentillas como solución a nuestro problema. Pero no siempre son la solución para TODOS NUESTROS PROBLEMAS VISUALES. A veces una corrección refractiva no es suficiente y el problema sigue ahí o no es el tratamiento que necesitamos para eliminar nuestras molestias.

Muchas veces un problema visual no es un problema patológico en nuestros ojos (un problema que trate un oftalmólogo –un médico-) o no es un problema de baja Agudeza Visual.

Muchas veces un problema visual puede estar enmascarado por otro problema en otra área y viceversa.


Estos "problemas visuales" a los que me refiero son PROBLEMAS EN LA FUNCIONALIDAD DE NUESTRO SISTEMA VISUAL. Nuestros ojos pueden estar sanos, e incluso, podemos ver un 100% de Agudeza Visual, pero el sistema no funciona bien, NO ES EFICAZ, por diferentes motivos (problema acomodativo, problema de coordinación entre ambos ojos, ojo vago, estrabismo, problema perceptivo para procesar la información del entorno, etc.). Todos estos problemas visuales no se solucionan simplemente con unas gafas, o al menos, no con el uso de unas gafas que mucha gente conoce.

Nuestro sistema visual no funciona bien y hay que enseñarle a hacerlo correctamente.
Eso se consigue mediante la TERAPIA VISUAL OPTOMÉTRICA (también llamada ESTIMULACIÓN VISUAL = ENTRENAMIENTO VISUAL = REHABILITACIÓN VISUAL, diferentes apelativos que significan todos lo mismo).


Para poder llevar a cabo este tratamiento es necesario realizar una evaluación completa de la visión y previamente completar un extenso cuestionario no sólo sobre aspectos visuales, si no sobre el desarrollo infantil, hábitos, actividades diarias, dificultades del día a día, comportamiento, etc. Por ello, concretamente el optometrista comportamental, considera la visión como una parte integrante de un todo. No sólo vemos, sino que la información visual se mezcla constantemente en el cerebro con el resto de la información de todos nuestros sentidos, por tanto, no trabajamos la visión de forma aislada sino integrándola con el resto de la información sensorial:
  • Visión
  • Audición
  • Tacto
  • Propiocepción
  • Equilibrio
De esta manera, no sólo se enseña al sistema visual a trabajar de forma eficaz y bajo máximo rendimiento, transformando malos patrones visuales en esquemas correctos, sino que se trabaja la visión junto con otras informaciones sensoriales, creando nuevos hábitos de postura, iluminación, alimentación, etc., para cambiar nuestro comportamiento.


Técnicamente, la TERAPIA VISUAL COMPORTAMENTAL es una especialidad de la Optometría, a través de la cual, mediante diferentes procedimientos regulados y demostrados, de distinto nivel de dificultad y frecuencia, se establecen nuevas conexiones o nuevos esquemas neuronales, que permiten al paciente recibir, procesar y comprender mejor la información visual que recibe constantemente del entorno. Con esta estimulación adecuada, mejora su capacidad visual y la coordinación de todos los demás sistemas sensoriales relacionados con la visión en las actividades del día a día.

De forma más sencilla, parte de la terapia visual consiste en una serie de ejercicios específicos de demostrada eficacia que ayudan a potenciar el sistema visual, mejorar la calidad de visión y todas las actividades diarias que están relacionadas con ella. Esto permite conseguir un rendimiento y confort visual óptimo.

Cuando una persona (niño o adulto) hace terapia visual, entiende y aprende a controlar sus habilidades visuales con unos ejercicios determinados y personalizados. Dichos ejercicios, en la evolución de la terapia, van variando de dificultad, se le van añadiendo demandas diferentes según los problemas/síntomas o las metas que presente el paciente. Con estas modificaciones en cada ejercicio, el paciente luego será capaz de transferir las nuevas habilidades visuales que ha desarrollado en la terapia, a las tareas de su vida diaria, que conllevan unas demandas visuales determinadas y varían en complejidad según la situación (lectura, deportes, ordenador, juegos…). De esta manera, consigue desarrollar un sistema visual eficaz y resistente, que rinde con el mínimo esfuerzo.

La neurociencia y la ciencia cognitiva han demostrado que los beneficios de la Terapia Visual implican no sólo a los ojos y a la función visual, sino a otras áreas del cerebro. De ahí que lo importante de la misma no sea hacer los ejercicios de forma mecánica, sino que el paciente entienda lo que hace en cada momento, recibiendo retroalimentación de todos los sentidos, para que las nuevas habilidades queden bien integradas y automatizadas, y las pueda llevar a cabo diariamente sin esfuerzo. Por tanto, finalmente, la TERAPIA VISUAL COMPORTAMENTAL no sólo modifica la forma en la que nuestros ojos trabajan, sino la forma en la que trabajan todos los sentidos conjunta y coordinadamente, trabajándolo así, desde el sentido que recibe el 80% de la información que llega al cerebro: LA VISIÓN. Así, trabajamos a nivel funcional y comportamental.

Pero muchas veces para que los problemas no vuelvan a surgir, es necesario seguir unas NORMAS DE HIGIENE VISUAL.


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Para más información sobre la terapia visual ver este video (en inglés):




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